30 de julio de 2011

Mal día



Si es la primera vez que lee este blog, por favor, sírvase en leer el Aviso al lector http://bit.ly/qHr03L


Un buen día, me puse a llorar de estrés en los brazos de la hermana Ana María. Por el pasillo, pasó Marisol, profesora de química y, más recientemente, mi madrina de confirmación. Se dio cuenta. Se preocupó por mi "repentino" cambio de humor y, a la vez, sintió celos al no haberla buscado a ella para comentarle acerca de la presión que cargaba en hombros. Me pidió que le escribiera un correo explicándole los motivos por los cuales había ocurrido eso. 

Esta fue una historia escrita en la noche del 8 de octubre de 2010, terminada y enviada el 9 de octubre. Quizá, esta sea una explicación por la cual le escribo al aire: todos necesitamos que nos escuchen, pero a veces las palabras no se oyen, no salen o no alcanzan. Es ahí cuando es necesario convertir las historias en letras. Solamente ellas pueden atrapar a un lector a terminar una historia de estas. Le solicito, apreciado lector, que lea las notas que están debajo del texto. Si usted no me conoce bien, pueden servirle para entender algunas cosas que digo. Si me conoce, su cerebro le pedirá que sonría, al reconocer patrones similares o traer a su mente gratos recuerdos de bellos tiempos que no volverán.

Explicaciones pre-lectura:
Ese, el 8 de octubre de 2010, fue el último día de clase que hubo antes de la semana de receso que la ley concede. Marisol cumplía ocho días de reintegrarse al colegio, luego de tener que ausentarse tres semanas, debido a una apendicitis que sufrió justo el día del examen del ICFES de nuestra promoción. Sigue siendo una incapacidad muy corta, por lo que caminaba con dificultad y se cuidaba de cualquier movimiento fuerte, e incluso del sol.

Además, unos cuantos días habían pasado desde que aceptó ser mi madrina (por correo, ya que no pude pedírselo en persona). Sin embargo, y a pesar de gozar de ese título, mi arrogante actitud, con la que lidio cada día y que ella conoció muy bien en noveno, la hizo mantener su distancia de mí hasta leer este correo.

Nataly Galán, gran amiga mía desde 2007, es una persona cuya disciplina podría compararse con la rusa (o con la de Marisol). Un retardo o el incumplimiento de una tarea son acontecimientos apenas esporádicos en ella. Cuando trabajaba con ella, me daba muchísima pena llegar con las manos vacías o llegar con cualquier pendejada, porque ella hace las cosas mejor que bien: de forma excelsa

La batería del computador portátil que tengo solamente puede permanecer sin recibir electricidad por una hora, más o menos. Trabajar con él sin cargador no es buena idea, y menos si se trata de un trabajo largo, como un proyecto de grado, por ejemplo.

Mi proyecto de grado tuvo que ver con la influencia del mal uso del tiempo libre en el bajo rendimiento de las estudiantes del colegio. [Estoy pagando un karma...]

Hola, profe.
Ya estoy un poco mejor, gracias a Dios. Creo que lo único que necesito ahora mismo es descansar. Lo haré en cuanto termine de escribir esto. Ahora sí te comento lo que dio lugar al lapso de crisis que penosamente tuviste que presenciar[1].

Todo comenzó ayer, una vez salí del laboratorio de hablar contigo y volví al salón. Recogí mis cosas y me fui del colegio para mi casa. Compré algunas cosas que necesitaba para hacer lo que tenía que entregar hoy: dos discos vírgenes, una bola de icopor, dos cajas de chinches y tres barras de plastilina. ¿Irrelevante? Ya vas a ver que no. Una vez comprado eso, entré a la casa, almorcé, abrí el computador, lo enchufé a la conexión telefónica (la inalámbrica se dañó el miércoles) envié la matriz y comencé a escribir mi acostumbrado resumen del día en Twitter[2]. Nataly se dio cuenta que yo había comenzado a publicar comentarios[3] y me puso uno en el muro para que hablara con ella vía MSN[4]. Cuando fui a ver, mi computador se estaba quedando sin batería. Tranquilamente fui a buscar el cargador en la mochila y ¡oh sorpresa! No estaba ahí.

Como de todas maneras tenía que trabajar, encendí el otro computador de mi casa[5]. Llenándome de paciencia, inicié sesiones copiando y pegando letras y símbolos de páginas de internet. Si alguien me necesitaba, me buscaría. Una hora después, Clau me avisó que tenía mi cargador y que intentó buscarme por todo el colegio pero yo ya me había ido[6]. Y ni modo de llamarme al celular porque está “apagado”[7]. Así, me puse a corregir mi anteproyecto. Sin embargo, me cansé de intentar redactar algo de calidad con un teclado al que le faltan letras y un computador exageradamente lento. Además, no podría imprimirlo, porque la impresora que sirve está en mi cuarto y pesa mucho para llevarla al estudio, donde “reposa” mi viejo computador. Entonces, salí con mi memoria USB[8] a un café internet que hay en la esquina. Descargué mi anteproyecto de la página de mensajes enviados y me puse a editarlo. Duré allí una hora. Mandé las hojas a imprimir y guardé la memoria en el bolsillo de la chaqueta. O, al menos, eso es lo que yo recuerdo.

Volví a la casa (7:35 PM) y dos minutos después llegó mi papá. Seguí trabajando[9] hasta que me llamaron a comer[10]. Después de comer, me puse a leer el primero de los dos capítulos del tratado que me tocó. La comida, la suma de tantas horas frente a un computador, la pésima noche anterior y la primera clase de educación física en dos meses[11] acabaron por dejarme rendida encima del escritorio del estudio.
Mi mamá me llevó a la cama[12] y dormí hasta que sonó el despertador de la 1:30 AM[13]. En vez de ignorar esta alarma, me levanté[14]. Me faltaban tres cosas por hacer: el virus AH1N1, los análisis de religión y toda la actividad de economía[15]. Me puse primero a volver a leer los capítulos que elegí[16] y a sacar los análisis. Grata sorpresa  al encontrar, en uno de los dos capítulos, un punto de vista idóneo para dar soporte a mi proyecto de investigación[17].

Hecho lo de religión, me puse a terminar mi modelo de virus. Para ello, tenía que mezclar plastilina y hacer muchas bolitas[18]. Después de mezclar dos de las tres barras, fui a tomarme un tinto. Mi mamá me regaña cuando se da cuenta que lo preparo. Dice que soy una irresponsable con mi salud. Si quisiera ser irresponsable con mi salud, compraría Red Bull.

Por algún motivo, tomar tinto me pone ansiosa y me exaspera[19]. Hace que se me revuelva todo por dentro. Se siente horrible. Para rematar, mientras hacía bolitas, escuché tiros afuera. Diez, más o menos. Se me vino esa imagen horrible del muerto del jueves[20] y me dio miedito por mi papá[21]. Comenzó esa horrible sensación llamada “angustia”[22]. Cuando mi papá se levantó, le pedí encarecidamente que no fuera a trotar hoy. Fue a trotar de todas maneras[23]. Terminé el modelo, hice la tarea de economía, me bañé, me vestí y me fui a desayunar[24]. No hay cosa más terrible que comerse de afán[25] un desayuno valluno[26]. Uno siente una fiesta estomacal organizada por la indigestión y la angustia.

Después de lavarme los dientes, recordé que mi anteproyecto no estaba archivado en el computador sino en la memoria USB. En caso de necesitar alguna corrección, iba a necesitar el archivo. Entonces, me metí la mano en el bolsillo del lado gris de la chaqueta, donde se supone que la había guardado, y no estaba. La busqué donde estaba la chaqueta y no estaba. La busqué por el lado azul y no estaba. La busqué en el escritorio, debajo del papel donde estaba secando mi virus, en mi cuarto, en el comedor, en la cocina…nada. Mi mamá dice que la dejé en el café internet, pero yo recuerdo perfectamente que la tenía en mi mano al salir de ahí y que me la metí al bolsillo. En fin, perdí la memoria y mi única copia magnética del anteproyecto. Obviamente, además de tener nervios, angustia y afán, tenía mal genio. Empaqué entonces el computador descargado, los cuadernos del día, a Christine[27] y salí como alma que lleva el diablo, con ambas manos ocupadas[28]. Cuando me subí al bus, estaba llenísimo e iba muy rápido. Cuando me acerqué a la ventanilla para pagar, frenó en seco y me fui encima de dos personas, porque no tenía cómo agarrarme a ningún tubo. No es la primera vez que me pasa esto, y cuando pasaba me daba algo de risa, pero como ya venía enojada, simplemente recogí lo que se me cayó de las manos y me sostuve como pude hasta el Tercer Puente, donde siempre se desocupa el bus.

Lo que pasó después puede resumirse en los tweets que escribí y publiqué hace un momento. Si  algo necesita aclaraciones, se pondrán al pie[29].

Primer tweet: Hay días excelentes, días buenos, días normales, días pésimos y HOY.

Segundo tweet: Mientras caminaba por la calle y el colegio, todo el mundo se quedaba viendo a Christine. Les parece bonita. A mí no[30].

Tercer tweet: Cuando llegué al colegio, ni Claü ni Natty habían llegado. Mi ansiedad normal de trasnochada se volvió angustia en segundos.[31]

Cuarto tweet: Pimpollo[32] me prestó la carta de Juan Pablo II que me sirve para mi proyecto. #progresando :)

Quinto tweet: Durante la primera hora del núcleo, Emoticón hizo la exposición de globalización y ecología para octavo[33].

Sexto tweet: En la segunda hora del núcleo, nos mostraron unas diapositivas sobre las partes del proyecto de investigación. [Marisol jura que no estuve allí, pero tengo una prueba de que sí estuve: la gente volteó a mirar a Christine :P]

Séptimo tweet: El horror de tener que cargar con diez mil cosas pesadas a la vez...[34]

Octavo tweet: Pedro nos reclutó a MaGo y a mí para cuidarle unos niños a Angélica[35]. Jamás había visto salón de chiquitos tan tranquilo. :D[36]

Noveno tweet: Fuimos a donde CarmenC para que nos ayudara a entrar a nuestros respectivos núcleos.[37]
Décimo tweet: Gracias a la geme que dejó guardando a Christine con Marisol, ella notó que estaba ausente en el núcleo.[38]

Undécimo tweet: Marisol se puso histérica cuando entré. Hace mucho que no la oía gritar. Y ¿saben qué? ME DOLIÓ. :'([39]

Duodécimo tweet: No pude ni comerme una rebanada de mantecado, porque Marisol me mandó de ipso facto a buscar a Pedro para pedir constancia[40].

Decimotercio tweet: Pedro es un chambón. Hizo la constancia en una hoja examen doblada, fuera de la margen y con letra fea.

Decimocuarto tweet: -¡PEDRO ES UN CHAMBÓN...!
-<hija, estamos en relajación [manotazo]>
-<¡Perdón! :S>
Decimoquinto tweet: -Entren al lugar feliz que crearon para ustedes y relájense...[41] [alarma de evacuación][42] #simulacrodistrital #fail [Evacuación+Instrucción de salir agarradas del hombro+Profe enferma y alegando+Niñas bajando de las escaleras a mil por hora=¿qué hago?][43]
Decimosexto tweet: Durante la evacuación, Nataly se puso a analizar sobre la posibilidad de que un árbol nos caiga encima en el parqueadero.[44]

Decimoséptimo tweet: Hoy Nataly por fin pudo hacer la actividad de aromaterapia. No logró calmarme, pero me dejó en el punto neutro[45]. [Apareció la bruja mala y se cayó mi ánimo otra vez ¬¬[46]]

Decimooctavo tweet: Mientras mostraban más diapositivas sobre investigación, Nataly y yo nos ingeniábamos la forma de unir las diapositivas[47]. [Mi computador aún no está programado con el internet inalámbrico del colegio. Estaba incomunicada[48]]

Decimonoveno tweet: Mi computador deja de responder cuando se le necesita con más urgencia[49]. #fail [Ana y su Dell con teclado destartalado[50] nos salvaron del regaño del siglo. Dos discos vírgenes muertos en el intento[51]. Gracias, Anita]

Vigésimo tweet: Después de soportar todo eso, estallé en llanto con la hermana Ana María en las escaleras[52]. #estrés [Mientras lloraba, sentí en mi hombro una manito pequeña y raquítica. Era obvio de quién era, así que no volteé a mirar][53]

Vigesimoprimer tweet: Llegué con señas de llorada al salón. Le pedí permiso a Virginia. ["Vaya y busque la mejor estrategia para calmarse"][54]

Vigesimosegundo tweet: Con Natty y Ana, fuimos a buscar a mi madrina[55] para entregarle el CD. #porfin
[Natty: Profe, te amamos.
Yo: ¡En serio!
Marisol: Eso es mentira, niñas. Ustedes me cambian con mucha facilidad[56]#indirectas

Vigesimotercer tweet: "La mejor estrategia para calmarme" fue caminar por todo el colegio y respirar profundo en el proceso. [Desventaja: todo el mundo te pregunta sobre tu cara de circunstancia. Es normal: en el colegio que me vio crecer TODOS me conocen]

Vigesimocuarto tweet: llegué al salón con la cara lavada en la segunda hora. Estaban acabando exposición sobre la moneda.

Vigesimoquinto tweet: Virginia, al notar que nadie paró bolas, nos hizo sacar una hoja y responder dos "fáciles" preguntas.[57]

Vigesimosexto tweet: No quise recordarle a Virginia que yo no estaba en el salón durante la exposición. ¿Eso arreglaría el día? NO.

Vigesimoséptimo tweet: Los profes nos dicen que descansemos. Bacano descansar, sí, pero, ¿como a qué horas? ¬¬[58]

Vigesimoctavo tweet: Hoy rompí mi marca de trinos numerados (la anterior era 17 y el promedio es 10). Qué lástima que haya sido contando un día horrible.
[Después de haber soportado un día con amanecida a cuestas, caída en el bus, ansiedad, dolor de panza, regaño injusto, sensación de impotencia, problemas técnicos, mala suerte...¿qué le queda a uno? Reírse de la vida, porque a ella le encanta reirse de ti]

¿Largo? Sí, bastante. Espero no haya sido (muy) molesta la lectura y que haya quedado claro. Gracias por tu paciencia.

Explicaciones post-lectura
El domingo posterior a esta carta, mis papás compraron un teclado nuevo para el computador grande. Ya no hubo problemas por la falta de letras, aunque sigue igual de lento y fritando ojos como huevos.

El lunes siguiente, en el computador viejo (luego de enviar mi portátil a actualizar) y después de la operación de cordales, recibí la noticia más importante de mi vida hasta el momento: había sido admitida a la Universidad Nacional de Colombia. Meses después, tuve que entrar nuevamente en espera, por las matemáticas. Putas ellas.

Ocho días después, recibí los resultados del ICFES. Séptimo lugar. Los resultados no cambiaron demasiado después de pasar por la calculadora de súper-puntajes, que tuvieron que poner por algunas irregularidades presentadas en el cálculo de (precisamente) los resultados correspondientes a septiembre de 2010.

La confirmación se dio el 12 de noviembre, después de muchas indirectas en el propio salón de clase (las regañaba a todas pero ella sabía que el guante me estaba cayendo a mí), muchas lágrimas (qué llorona soy) y de ser adoptada en el corazón de Marisol, sin mucho esfuerzo, por cierto (qué noble es). No me arrepiento de ser tan abierta ni de escribir esta carta, porque fue la que me permitió demostrarle que no soy tan mala después de todo (aunque sí salada, y mucho).


[1] La versión que Nataly sabe no es la misma. Ya entenderás por qué. Yo confío en ti.
[2] Hago lo mismo todos los días. Me gusta leer los comentarios que me dejan, desde “jajaja” hasta un regaño de Mario (un día me quedé dormida durante toda la clase, me desperté, anoté la fórmula en el cuaderno antes de guardarlo, saqué una hoja, presenté la previa del tema y saqué 5. Me dijo “descaradita”. La misma escena se repitió muchas veces; las suficientes para obtener 4.8 en la definitiva. Sospecho que uno es capaz de aprender incluso cuando se duerme).
[3] La dejé hablando sola el miércoles en la noche, mientras hablábamos sobre lo de la actividad, por lo de la conexión inalámbrica.
[4] Instalé en mi computador la versión más reciente de Messenger y cuando la uso me bloquea el computador, por lo que, cuando alguien me necesita, me tengo que conectar desde una aplicación del celular.
[5] Cuando lo recibí, hace seis años, era Windows 95, ahora es Windows XP, su procesador no soporta el Vista y mucho menos el 7. Además  de eso, su memoria RAM es de 512 MB (cumple una orden cada siglo), su monitor es un cubo gigante, lleno de energía para dejar más ciego de lo que ya a su usuario, y al teclado no le funcionan la tecla para borrar, la tecla de las mayúsculas, Shift, la T y la Y. Sin embargo, me ha salvado el pellejo cuando el portátil deja de funcionar (desde ahí quemé el documental de NatGeo).
[6] Esto, acompañado de su respectivo regaño, porque, antes, ella también ha encontrado tirado mi escalímetro, mi libro Angosta, mi cuaderno de química, mi celular y mi cartuchera de marcadores gráficos.
[7] Mi celular nunca está apagado, porque tengo dos baterías y reemplazo una descargada por la de repuesto. Mi celular es chino y recibe dos tarjetas SIM a la vez: una Movistar y una Comcel. Cerré la banda del Movistar por unos cuantos días porque mi ex me acosa y no lo quiero ver ni en pintura. Lo que me parece raro es que Clau no haya intentado llamar al otro número, porque ella lo tiene.
[8] Memoria USB marca Bluesky, color azul, de 1 GB de capacidad. Era de mi papá, mi hermana la usó para presentar su proyecto de grado (esa es otra historia) y yo la usaba para llevar y traer diapositivas. La memoria del colegio se me perdió en febrero, justo antes de una exposición de inglés.
[9] Lista de cosas para entregar el 8 de octubre de 2010:
1.       Anteproyecto (el cual tengo que volver a corregir ¬¬)
2.       Material didáctico para exponer sobre bacteria, virus y organismo del reino protista.
3.       Diapositivas sobre sistemas de las plantas.
4.       Actividad de religión para las personas que no asistimos a ExpoCatólica por cualquier motivo, desde física pereza, pasando por universidad hasta cita odontológica por dolor de cordales. Debíamos leer dos capítulos de un tratado de los que Pimpo tiene en el bibliobanco y hacer un análisis de tres breves puntos por capítulo leído.
5.       Actividad de economía: de las exposiciones del jueves, sacar  4 preguntas y hacer un mapa conceptual.
[10] No me gusta comer en la mesa por dos razones: primero, porque mis papás me obligan a comer carne y no me gusta su sabor (¿crecimiento? Mido los mismos 1,68 desde que estoy en noveno y no he crecido más. Ok, el cuerpo necesita proteínas, pero creo que debería haber una forma de obtenerlas sin tener que comer carne). Segundo, porque a esa hora se ven “Amor en custodia”, que como cualquier bobela, me pone de mal humor. Cuando tengo muchas cosas que hacer hay una tercera cosa: me da sueño después de comer y ellos comen a las nueve, por tarde.
[11] Además de dejar de ver español, química, un bloque de sistemas y otro de economía, desde que entré a la universidad había dejado de participar en la clase de educación física porque Manuel no permite que las niñas trabajen de particular.
[12] La de ella. Para irme a mi cama debo estar perfectamente despierta, porque es una cama alta y me toca subir peldaños y tener cuidado con una columna que ya me ha sacado n chichones por descuido.
[13] Trabajar de mañana es muy cómodo porque es más fácil pensar cuando uno ha dormido, aunque sea tres horas, como en el caso del día de hoy. La alarma suena todos los días a la 1:30 y a las 4:30. La primera sonaba por motivos ridículos que no mencionaré, y no sé por qué no la he desactivado. La de las 4:30 es para levantarme.
[14] Para amargarse la existencia, nada como levantarse a esa hora y leer en el timeline que la gente ya se está yendo a dormir. Para rematar, se burlan de uno por tener que quedarse.
[15] Menos mal adelanté en el colegio, porque…
[16] Nunca hago esto de volver a leer, pero como ya estaba prácticamente dormida sobre el libro cuando lo leí, no recordaba absolutamente nada.
[17] “La autoeducación y las amenazas” en “A los jóvenes y a las jóvenes del mundo” de Juan Pablo II.
[18] Me perdí dos temporadas de la Fórmula 1 por hacer trabajos de bolitas de plastilina en arte en primaria. Hacer eso parece infinito.
[19] Raro, ¿cierto?
[20] El jueves salí de la casa mucho más tarde de lo normal. Cuando mi papá no me acompaña a la 170 a esperar el bus (que de un tiempo para acá es casi siempre porque levantarme a la hora que es me da física pereza), suelo caminar por el sendero derecho, porque está pavimentado. Pero por ahí había policías y una ambulancia y estaban poniendo una cinta de “No pase” entre dos postes. Un señor de traje estaba ahí tirado, con un charco de sangre que le salía de la nuca hacia arriba. Muerto, ante la vista morbosa de los transeúntes curiosos, las viejitas chuchumecas y las estudiantes con audífonos dañados que van tarde y le tienen asco a la sangre.
[21] A diferencia de las perezosas de sus hijas y de su esposa, mi papá es muy activo. Tiene la costumbre de salir a trotar todas las mañanas, como de cuatro a cinco.
[22] Los nervios pasan a angustia cuando una persona que quiero está en problemas, cuando estoy a punto de exponer o cuando yo me meto en problemas (lo cual rara vez pasa). Se reconocen por la cara roja, por las punzadas en el corazón, por revoltijo estomacal y porque respiro más rápido de lo normal. ¿Cómo quitarlos? Creo que descubrirán primero la cura para el cáncer antes de que lo sepa.
[23] Por algún motivo, cuando le digo algo a alguien, sólo me toma en serio un 5% de las veces. No me la paso contando chistes, así que no entiendo por qué pasa eso.
[24] Para llegar al colegio antes de las 6:45 debo comenzar a hacer eso a las 4:50. Para llegar tarde, puede ser mucho después. En este caso, comencé a las 5:15.
[25] El plan era el siguiente: Yo llegaba antes que Pimpollo, recibía el cable de mi computador, abría el archivo de Nataly, lo pegaba con el mío, quemábamos el disco y asunto resuelto.
[26] Todos los vallunos que conozco se comen unos tremendos banquetes como desayuno. A mucha gente le parece raro que yo incluya arroz en este. Como no como huevo porque su olor es terrible, el desayuno era (¡Ah cosa!) un sandwich con jamón y queso (imposible no reírse del recuerdo de la exposición del miércoles, que estaba horriblemente nerviosa y pasé con papel para evitar quedarme en blanco. Odio exponer), arroz, café y la papaya de todos los días (que tampoco me gusta pero toca comérsela para evitar cantaleta).
[27] La muñeca pelirroja que llevé ayer al colegio, para hacer la muestra de los síntomas de las enfermedades producidas por los organismos esos. Mi mamá adora esa muñeca porque me la regaló una amiga de ella. Cuando no tiene nada más que hacer, se pone a peinarla.
[28] En una mano tenía mi carpeta y a Christine, y en la otra el virus que seguía sin secar. Y no hablemos del peso de la maleta al contener un computador de 14’.
[29] Twitter.com/ericure  está protegido y sólo mis seguidores pueden verlo. ¿Por qué? Porque mi ex me acosa y no quiero que ande haciendo comentarios de qué hice o con quién hablé cuándo.
[30]Una niña iba caminando con su mamá cuando bajaba a la entrada del colegio, y corría para alcanzarme y verle la cara a la muñeca. Luzma me dijo que me la dejara ver (no necesita preguntarme el nombre: se lo sabe).
[31] ¡Primer strike! No tenía ni cargador ni compañera.
[32] Pimpollo me quiere mucho. Yo no permito que se hable mal de ella en mi presencia (y ¡ay! Que mucha gente pretende hacerlo). Yo creía que me detestabas por alguna razón y ella fue la primera que me sugirió arreglar las cosas contigo. Lo otro puedo resumirlo en un “me salvó la vida”. Profe, es literal: hubo un tiempo en el que consideré el suicidio como salida a una vida controlada por otros de manera ineficaz y abusiva.
[33] Hace unos días hicimos exactamente la misma exposición en nuestro curso. Gastamos cerca de cuatro clases de sociales porque tocaba callarlas todo el tiempo. El colmo del descaro es que el primer día, NADIE nos prestó atención por estar escuchando un programa de radio que hablaba de fenómenos paranormales. Les interesan más esas pendejadas (perdón por el término pero es verdad) que la realidad que ellas alimentan sin darse cuenta.
[34] CarmenC sacó del salón a las que estábamos allí. Como pude, saqué mis cosas: además de la maleta, en una mano traía a Christine y al modelo de organismo protista de Nataly hecho en gel, y en la otra mano traía una lata abierta de Pony Malta y un paquete de Tozinetas (así se llaman, yo qué hago).
[35] ¿Cómo llegué al lugar equivocado? Nataly cree que fue simple casualidad, MaGo y yo queríamos ir al baño y al subir Pedro nos llevó al salón de los chiquitos. La cosa es que yo obligué a MaGo a ir al baño. Estaba muy rara desde la mañana y quería saber por qué. Pero cuando la acorralé en una pared y le pregunté (no hay forma de sacarle algo a MaGo sin intimidarla), se le aguaron los ojos, y como a ella no le gusta llorar en público, me la llevé al baño y hablé con ella. Ella siempre está conmigo cuando tengo problemas, así que llegar dos minutos tarde y recibir un regaño leve valdría la pena, por ella. Cuando íbamos subiendo, pasó Pedro y nos llevó al salón con la garantía de que nos ayudaría a volver a los salones donde teníamos que estar. De nuevo, mil disculpas. No volverá a suceder.
[36] Cuando yo estaba en preparatorio (1999), éramos 35 niñas, de las cuales 32 eran muy cansonas. Las otras tres éramos las rechazadas. Una vez, unas niñas le sacaron la navaja a un sacapuntas y se empezaron a cortar la cara. Aún hay niñas que tienen las cicatrices en forma de línea en las mejillas o la frente. Fíjate bien y las encontrarás. De las tres rechazadas sólo yo me matriculé para el año siguiente, y por rechazada pasé a Primero A. Pero esa es otra historia y no es prudente que te la cuente ahora. (Maldita sea la inmadurez infantil…)
[37] Cuando buscamos a Pedro, no estaba por ningún lado. Fueron 5 minutos perdidos.
[38] Discutimos por ese motivo, pero ya nos contentamos.
[39] Eso no necesita explicaciones. Ya venía tremendamente frustrada por no poder animar a MaGo (en momentos así siento que soy pésima en todo lo que hago) y mi madrina+profesora favorita me regaña por algo sin tener yo la culpa. Nada que decir. ¡Segundo strike!
[40] Tenía hambre. L
[41] Mientras otras intentaban recuperar la concentración y relajarse, había alguien refunfuñando por dentro por su pésima suerte.
[42] Ruido horroroso. Alimenta mi estrés.
[43] Era perfectamente consciente de que no estás en condiciones de caminar rápido, menos aún de correr. Tomar el hombro de una de las niñas de adelante y seguirle el paso probablemente te hubiese hecho rodar por las escaleras. No sé si tenga que recordártelo, pero te estimo demasiado y me preocupa tu salud.
[44] El árbol, la montaña, los carros…qué punto de evacuación tan mal planeado, carambas.
[45] En ese punto donde la acción inmediatamente siguiente determinará el humor de la persona.
[46] La bruja mala: Persona cuyo nombre no mencionaré, llamada así porque se la pasa con la bruja buena (Maritza, bruja porque es malvada con todo el mundo, buena porque es buena conmigo y sus comentarios malvados dan risa en lugar de rabia) y porque le dijo a una persona que quiero mucho que gracias a ella yo aprobé décimo. Eso no es verdad y ella lo sabe. Pero bueno. Esta persona que quiero tanto disfruta su cara de limón y su intención de esquivar el tema cuando habla de mí. En todo el año lectivo sólo me ha dirigido la palabra una vez, para pedirme un favor (yo siempre estoy en el lugar equivocado, y ese día había llegado tarde).
[47] Debo volver a mencionar aquí que perdí mi memoria USB y me acababan de entregar el cable de mi PC (Clau llegó a las 11 al colegio).
[48] El día que fui a pedirle el favor al ingeniero, tenía pereza de caminar hasta académico.
[49] No es la primera vez que me lo hace. De hecho, los portátiles de esta referencia se recalientan. Cuando eso pasa, la pantalla se pone negra y no hay poder humano que la haga responder. Este pobre ha probado la fuerza de mi puño…muchas veces. ¿Olvidé mencionar que no soy una persona paciente?
[50] Ahí donde la ves, Ana es muy dañina. Le ha arrancado muchas letras al teclado de su computador y ya dañó el teclado USB que le había encargado a la mamá de las gemes. Escribe con el teclado de la pantalla. Además, perdió la E del logo Dell y pegó un sticker para que me dejara de reir de eso (y para que no se viera (¿tan?) gamín).
[51] El primer CD se dañó intentando pasar las diapositivas de Nataly a mi computador. Cuando me di cuenta, lo que había quemado era el acceso directo. El segundo CD se dañó porque no dimos la orden de quemar antes de sacarlo de la bandeja. Quedó virgen y cerrado. ¡Tercer strike!...¡OUT!
[52] La hermana Felmari estuvo muy pendiente de mí en dos años horribles de mi vida escolar y personal (noveno y décimo). Yo me hablaba con la hermana Ana María por ser de MAVI en ese entonces y porque Ana y MaGo eran muy allegadas a ella y a Carito Marulanda (soy muy mala para relacionarme con las personas y generalmente son mis amigas quienes me ayudan a hacerlo). Nos hicimos amigas por pasar tanto tiempo juntas y porque conocía mi situación al ser amiga de Felmari. De cierta forma me convertí en su protegida.
[53] Gracias, profe. :’)
[54] ¿Por qué las estrategias aprendidas en clase no funcionaron en este caso? Porque es muy difícil recrear en la mente un lugar feliz  cuando el nivel de estrés ha alcanzado al normal multiplicado por el número de Avogadro y elevado a la googolplex potencia.
[55] Todavía no me acostumbro J
[56] Me recordaste a Carmenza el año pasado cuando se enojaba conmigo porque yo me hablaba mucho con Carito Marulanda (yo era la ministra de publicidad del año pasado y ella era la jefe de artes. Era obvio que tenía que hablar con ella. Además, MaGo y Rosa también tienen mucha responsabilidad en la amistad que formé con ella). Hay una diferencia entre tú y Carmenza: que tu opinión sí me importa y me afecta. Amigas son muchas. Madrina (persona muy estimada, admirada y tomada como ejemplo a seguir) es una sola. A esa madrina precisamente la fui a buscar en el laboratorio de ciencias una vez salí del salón de sistemas, porque quería desahogarme, pero no estaba allí. Tanto para mi emocional amiga Nataly como para tu ahijada, eres IRREEMPLAZABLE.
[57] 1. Explicar en qué consiste la teoría monetaria.
2. Explicar qué hace el gobierno para equilibrar el mercado de dinero.
[58] 1. Uno de los tres capítulos de mi proyecto de investigación debe estar terminado esta semana. Además, tengo dos tareas de religión, una de química, debo leerme el libro de español, colaborar con el anteproyecto de física y con el trabajo escrito de inglés, además de ir a entregar la carta de renuncia en la EAN. ¡Ah! Y el lunes me van a sacar las cordales.

21 de julio de 2011

Aviso al lector

Usted, apreciado lector, debe tener en cuenta a la hora de leer los escritos que se publicarán en este blog que su autora tiene dieciocho años y que lo más probable es que se arrepienta de lo que ha escrito en un futuro cercano, cuando se vea obligada a ver la vida con otros ojos. Los sueños no son eternos, aunque los soñadores nos hagamos los maricas. Recuerde:


20 de julio de 2011

¡Aquí estoy y aquí me quedo!

Petardo, pero resistente.
Hace dos años cumplidos, una niña de quince años tomó una decisión. ¿Los motivos? Sentía que estaban pasando muchas cosas a su alrededor, pero su voz era demasiado débil y quebrada como para hacerse escuchar. Sus amigas tenían mucho para decir y las orejas resultaron más grandes que la boca. También, quería darse a conocer a una persona nueva en su vida que le estaba agradando más de lo normal (y que, sin que ella lo hubiese previsto, supo herir de manera irreversible su corazón usando como ayuda todo lo que se escribió allí). Fue así como buscó una fotografía que había tomado de sus propios ojos usando la luz nocturna de su videocámara y la puso de cabecera de lo que sería Diaricidio, su blog personal.

¿Qué significa esto? Simple: el descubrimiento de todo aquello que no es posible observar a simple vista.
Para rematar, ese año su hermana se fue de casa y su abuela, del valle de lágrimas que es la tierra. La niña se sentía más sola que nunca. Diaricidio se convirtió en el lugar que guardó miles de frustraciones y lágrimas derramadas esos días, junto a unas cuantas anécdotas y sentimientos que mantuvieron oxigenado el corazón hasta que fuera posible continuar. 

Diaricidio fue el testigo de un amor a distancia que nunca avanzó. Fue la hoja larga que registró la transformación de Marisol Galindo, de mi enemiga pública a mi madrina de confirmación. Fue la colección de pasos para pintar un mural. Fue la eterna conversación, odiosa pero complaciente, entre todos mis álter ego, alojados cómodamente en mi cabeza como "Harold and Joe" o los personajes de la novela de Robert Louis Stevenson. Fue la bitácora de viaje en muchas ocasiones. Fue la panacea (que nunca ingerí, por cierto) de una enfermedad. Diaricidio era mi hijo mayor. La mitad de mi corazón. Mi huella sobre la tierra.



Los ciclos, gracias a su forma, siempre vuelven al comienzo. Diaricidio se cerró en abril de 2011, junto a la página que tenía en Tumblr y mis dos cuentas en Twitter (una de ellas, recuperada por el mismo sistema), gracias a un problema que no será mencionado aquí, porque esas personas no son dignas de ser mencionadas ni siquiera en un tabloide. Desde tierras bogotanas, nuestros mejores deseos de intoxicación con mariscos descompuestos.

Это у вас, суки!
Sin embargo, y a pesar de tener Twitter funcionando, me hace mucha falta este espacio, en el que escribo qué pasa y cómo me siento al respecto. Todo, acompañado por imágenes random y resaltador de colores. Por eso, he vuelto a abrir un blog, al servicio de todos ustedes. Nada se igualará a Diaricidio, porque en ese blog puse toda mi alma y mis antiguos lectores lo saben. Pero se hará lo posible para que sea de su disfrute. Les aseguro que no se arrepentirán de gastar cinco minutos en las letras de esta servidora.

¡Bienvenidos a "Miss Alphabet says"!